Compartiendo Preocupaciones Sobre Sus Conductas Alimentarias

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Compartiendo Preocupaciones Sobre Sus Conductas Alimentarias

Revisado por Paula Edwards-Gayfield, MA, LCMHCS, LPC, NCC, CEDS-C

¿Cómo hablar sobre sus comportamientos relacionados con trastornos alimenticios?

Los trastornos de la conducta alimentaria ocurren cuando sus actitudes hacia la comida, el peso y la forma corporal le llevan a adoptar hábitos alimentarios y de ejercicio, así como otros comportamientos desordenados, que impactan negativamente áreas importantes de su vida y ponen en riesgo su salud física y mental. Estos comportamientos pueden ser contrarios a sus valores o estar en conflicto con ellos. Por ejemplo, puede valorar la honestidad, pero sentirse obligado(a) a mantener en secreto su alimentación desordenada, lo que luego podría generarle culpa o vergüenza por percibirlo como una falta de sinceridad. Nunca es demasiado pronto para pedir ayuda. Si nota que estos hábitos están afectando su bienestar, su felicidad y su capacidad de concentración, es importante que busque apoyo en familiares, amigos o profesionales con quienes pueda hablar sobre lo que está pasando.

Estos comportamientos pueden salirse de control rápidamente e incluso llevar a un trastorno alimentario, que puede ser un problema potencialmente mortal.

Si reconoce en sí mismo(a) actitudes y comportamientos alimentarios desordenadas, ya ha dado un paso importante hacia la recuperación. El siguiente paso—compartirlo con un amigo de confianza, un familiar o un profesional especializado en el tratamiento de trastornos alimentarios, como un terapeuta, un dietista o un médico—es igual de importante. Aunque esto pueda generar ansiedad, la intervención temprana y el apoyo son clave.

No debería intentar enfrentar los trastornos alimentarios solo(a). Compartir sus sentimientos con un ser querido puede brindarle consuelo, apoyo y la orientación necesaria. Iniciar esa primera conversación puede ser difícil, pero estos consejos están diseñados para ayudarle a dar ese paso con mayor facilidad.

Crear un Ambiente Seguro

Identifique a alguien en quien confíe y con quien se sienta cómodo(a) hablando sobre sus preocupaciones sobre este tema. La familia y los amigos pueden ser recursos maravillosos y brindar apoyo, pero si le preocupan sus hábitos alimentarios, también es recomendable que consulte con un profesional, como un terapeuta o un dietista. Obtener ayuda de un profesional especializado en trastornos alimentarios, conductas compensatorias para controlar el peso, angustia emocional y problemas de imagen corporal puede hacer que el proceso se sienta menos intimidante y más objetivo, ya que estos profesionales están familiarizados con situaciones como la suya.

Ya sea que decida hablar con un profesional, con un ser querido (¡o con ambos!), reserve un momento específico con esa persona para conversar sobre su situación. Intente encontrar un lugar privado y cómodo, lejos de distracciones y de otras personas, para poder expresarse abiertamente. Es normal no saber exactamente qué tipo de apoyo necesita al principio, pero un ser querido y/o un profesional pueden guiarle y ayudarle durante este proceso.

Tanto antes como durante esta conversación, es común que se vea afectado(a) por una serie de emociones como miedo, vergüenza, culpabilidad, enfado o nerviosismo. Pedir ayuda es difícil. Intente recordar que compartir esta información es una demostración de su valentía y que está haciendo lo correcto. No está solo(a); es importante hablar de ello y buscar apoyo. Siéntase orgulloso/a de haber dado este importante paso hacia un estilo de vida saludable y equilibrado.

Cómo explicar la situación

Intente ser lo más detallado posible al describir sus pensamientos y emociones que siente, así como los comportamientos que ha desarrollado. Comience desde el principio y tómese su tiempo. Describa cómo comenzaron los trastornos alimentarios y las conductas compensatorias, y por qué cree que han persistido. Aunque es posible que no pueda explicar completamente las razones detrás de estas conductas (por ejemplo, restringirse, comer compulsivamente, purgarse, hacer ejercicio en exceso, etc.), intentarlo puede ayudarle a identificar patrones en su comportamiento y a comprender en qué situaciones tienden a ocurrir.

Es importante tener en cuenta que la persona en quien ha confiado puede no comprender completamente cómo se siente o las razones de su comportamiento. Puede reaccionar con sorpresa, negación, miedo o incluso enojo. Sea paciente y manténgase calmado(a). Recuerde que es posible que no sepan de inmediato cuál es la mejor manera de responder y brindar apoyo, pero usted puede ayudarles a aprender.

Responder algunas o todas de estas preguntas antes del encuentro puede ayudarle a enfocar la conversación.

  • ¿Cuándo empezaste a tener pensamientos diferentes sobre la comida, el peso y el ejercicio? ¿Cuáles eran esos pensamientos?
  • ¿Cuándo empezaron estos comportamientos? ¿Qué comportamientos notaste? ¿Cómo te sentías en ese momento? ¿Esperabas lograr algo en específico al realizar estos comportamientos? Por ejemplo, perder peso, mantener el peso, ganar control sobre algo, disminuir la angustia emocional, llamar la atención de alguien, probar cómo se sentía.
  • ¿Has notado algún efecto en tu salud física? Por ejemplo, fatiga, pérdida de cabello, problemas digestivos, pérdida o irregularidad del ciclo menstrual, problemas dentales, fluctuaciones de peso)? Obtén más información sobre las consecuencias para la salud de los trastornos alimentarios.  (disponible solo en ingles)
  • ¿Has notado efectos emocional? Por ejemplo, sentimientos negativos sobre tu alimentación y/o tu imagen corporal? ¿Ha notado cambios en tus relaciones con los demás? ¿Tus actividades escolares o laborales se han visto afectadas? ¿Ha notado algún cambio en tu capacidad para disfrutar de cosas que antes le producían placer? 
  • ¿Cómo te sientes físicamente? ¿Y emocionalmente? ¿Qué tan preparado(a) te sientes para detener las conductas alimentarias desordenadas?
  • ¿Cómo pueden apoyarte mejor las personas que forman parte de tu vida? ¿Quiere que vigilen tu comportamiento?
  • ¿Quiere que te pregunte cómo vas con tu proceso de recuperación o prefieras contárselo cuando estés preparado(a)? ¿Qué cambios estás dispuesto(a) a hacer en tu vida para establecer un estilo de vida equilibrado?

Educar con Hechos

Si la persona a quien le confía su situación no está familiarizada con los trastornos alimentarios, bríndele información sobre la prevalencia de los trastornos alimentarios y consejos sobre cómo apoyar alguien que esté lidiando con problemas relacionados con la comida, el peso o la imagen corporal. Comparta con ella(os) información sobre los efectos físicos y emocionales de los trastornos alimentarios, así como los pasos involucrados en la recuperación. Considere invitar a su ser querido(a) a acompañarle a una cita con un profesional que pueda ayudar a educar a su sistema de apoyo.

Hágale saber a esta persona cómo puede ayudarle y qué necesita, manténgalos informados a medida que sus necesidades cambien durante el proceso de recuperación.

Puede ser útil realizar chequeos regulares con una persona de confianza, involucrar a sus seres queridos en sesiones familiares o recibir actualizaciones de su equipo de tratamiento.

Recuerde que la recuperación es un proceso gradual—puede haber incluso algunos retrocesos—y necesitará paciencia y comprensión a lo largo del camino.

Al comenzar a enfrentar sus preocupaciones alimentarias, ¡recuerde que cada cuerpo es único, especial y hermoso! Contactar a las personas que se preocupan por usted y que desean ayudarle a mejorar es un primer paso hacia la aceptación de la recuperación y el desarrollo de una relación saludable con la comida y consigo mismo(a).